Las sociedades comerciales permiten a dos o más personas unir sus recursos y
habilidades para lograr objetivos comunes. Sin embargo, a medida que las sociedades
crecen, es posible que surjan conflictos entre los socios que pueden desencadenar su
disolución. Es por ello, que te compartimos algunos consejos para evitar este tipo de
situaciones y mejorar en caso que ya se estén presentando.
1. Elige a tu socio por razonamiento y NO por emoción
Es importante que no elijas a tu socio por la emoción que te produce emprender, sino
que uses tu razonamiento sobre los motivos suficientes para asociarte con esa persona. Para
ello, evalúa si su experiencia, habilidades y conocimientos complementan los tuyos y si
tienen objetivos y valores comunes.
2. Define desde el inicio las actividades
Es imprescindible que se establezcan las responsabilidades y obligaciones que llevarán
a cabo cada uno. Esta es una manera de definir las funciones que tendrán y que ayudarán a
evitar confusiones y malentendidos en el futuro.
3. Aclarar dudas y diferencias
En caso de que haya diferencias en cómo se están desarrollando las actividades o en
asuntos relacionados al comportamiento de algún socio, toma la iniciativa de conversar de
una manera constructiva sobre el asunto y proponer formas de hacerlo mejor. Para evitar
conflictos mayores, es mejor resolverlos desde el comienzo.
4. Recuerda que nadie es como tú
Una de las cosas que más perjudica una sociedad es que queremos controlarlo todo, que
las cosas se hagan como queremos y no permitimos que la otra persona pueda hacerlo a su
manera. Debemos ser tolerantes y respetuosos con las diferencias y la forma en que nuestro
socio aborda las tareas. Es importante tener en cuenta que cada persona es única y tiene su
propia forma de cumplir con sus deberes. Además, existe la gran posibilidad que la manera
de abordar los inconvenientes o de ejecutar las actividades por parte de tu socio, sea más
efectiva que la tuya.
5. Sé asertivo al comunicarte
Antes de expresar cualquier molestia o inquietud, respira profundo y piensa en cuán
importante es esa persona en tu vida y en cómo te gustaría que te dijeran a ti que estás
haciendo algo incorrecto o que debes mejorar. Una actitud clara y respetuosa fortalece una
comunicación abierta y sincera, lo que es indispensable para mantener una buena relación
de trabajo y de sociedad.
6. Pregunta, jamás supongas
Ley de vida: jamás supongas nada. Si sientes que algo está pasando, que algo va mal o
hay alguna incomodidad por un motivo en particular, pregúntale a tu socio directamente y
aclara lo que estás sintiendo para evitar posibles malentendidos o para que los puedan
resolver a la brevedad.
Esperamos que con estos consejos puedas mantener una buena relación con tu socio y
evitar en la medida de lo posible que surjan conflictos o malos entendidos. Recuerda que el
éxito de una empresa depende directamente de ustedes y en Labanca Law Firm &
Consulting estamos disponibles para brindarles la asesoría legal que necesiten.